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Introducción
 
La Dirección General Marítima, DIMAR, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM y el CTN ERFEN, comunican que los resultados del monitoreo y seguimiento de las variables oceánicas y atmosféricas, continúa mostrando condiciones cálidas en la temperatura superficial del mar en el Pacífico Tropical, sin embargo, el fenómeno no ha mantenido un acople persistente entre el océano y la atmósfera. Otros fenómenos de variabilidad climática de distinta escala temporal como la estacional y la intra-estacional, expliquen los cambios en los patrones de precipitación y temperatura
sobre el territorio colombiano. Las perspectivas de los modelos de predicción climática sugieren que este calentamiento en la cuenca del océano Pacífico tropical se mantendrá durante el segundo semestre del año, sin asegurar que la atmósfera llegué a presentar una respuesta consistente con este evento El Niño. Lo anterior se ha evidenciado en las fluctuaciones presentadas tanto en el comportamiento de los vientos en superficie como en el Índice de Oscilación del Sur.
 
Lo anterior ha sido confirmado, en la publicación más reciente del Índice Oceánico El Niño (ONI), el cual durante los últimos cinco meses ha registrado valores por encima de los 0.5°C. El Índice de Oscilación del Sur (IOS), ha venido presentando valores negativos dentro del intervalo de condiciones neutrales, en correspondencia a un comportamiento, en las últimas semanas muy cercano a la normalidad de los vientos alisios en el océano Pacifico tropical, para la época.
 
Basados en los resultados de los modelos de predicción climática, se estiman recipitaciones por debajo de lo normal en las regiones Caribe, Andina y amplios sectores de la Orinoquía. Por otro lado, en dichas regiones, son posibles algunos fenómenos locales y/o eventos extremos que puedan generar excesos de lluvia áreas de: eje cafetero, Altiplano Cundiboyacense, piedemonte llanero y, centro-sur de los departamentos de Antioquia y Santander.
 
En la región Pacífica y la Amazonía se espera que lluvias entre lo normal y por encima de sus valores climatológicos. La temperatura de la superficie y sub-superficie del mar del Pacífico tropical siguen siendo más cálidas que el promedio; pero desde finales de 2018 se han enfriado desde valores similares a El Niño hasta valores neutros de ENOS. En general, los indicadores atmosféricos, como la nubosidad (visto por la anomalía de radiación de onda larga), los vientos alisios y el Índice de Oscilación del Sur, permanecen dentro del rango de ENOS-neutral.
 
En cuanto al componente oceánico, el Índice Operacional del fenómeno El Niño (ONI por sus siglas en inglés), desarrollado por la Administración Nacional del océano y de la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA) con base en las anomalías de la temperatura superficial del mar para la región Niño 3.4, ha mostrado desde octubre de 2018 valores dentro del umbral de un evento cálido. De esta forma, los últimos tres valores del ONI centrados en octubre, noviembre y diciembre de 2018, han sido en su orden: 0.7, 0.9 y 0.8. Como ya se señaló, dichos valores están dentro del umbral de Niño, pero se requerirían 2 meses más bajo las condiciones de calentamiento del Pacífico tropical, para que pudiese llegar a ser oficializado como Niño. Dadas las condiciones recientes habría algo de incertidumbre frente a ello. Sin embargo, siendo un fenómeno de interacción océano- atmósfera, es claro que la componente atmosférica no ha respondido como tal al comportamiento en un evento cálido, situación que ha sido señalada en los diferentes
boletines no solo de NOAA, sino también por otros centros internacionales de predicción climática.
 
Información Técnica Océano-Atmosférica
Monitoreo de las condiciones oceánicas en la ensenada de Tumaco
 
Durante abril del 2019 se obtuvo un promedio mensual de la TSM de 27.92°C. La zona presento una anomalía positiva de 0.25°C con respecto a la media histórica del mes.
 

El muestreo realizado el 15 de abril (línea roja) presenta una termoclina entre los 40 y 50 m mientras que en el segundo muestreo el 29 de marzo del 2019 (línea azul), presenta una termoclina entre los 25 y 45 m, valores de temperatura que oscilan entre los 16.5° a 28.5°C (0 a 80 m). (Figura 1).

Índice climático multivariado para la costa occidental de Colombia
 
Actualmente el Índice Multivariado de Tumaco (IMT) (Figura 3) presenta categoría “C1”, indicando fase cálida neutra (0.18) para esta zona del país.
 
Se presenta aumento normal en los Valores Medios Mensuales de Temperatura Superficial del Mar (VMMTSM), en los Valores Medios Mensuales de Temperatura Ambiente (VMMTA) y aumento en los Valores Totales Mensuales de Precipitación (VTMP).
 
Con respecto al mes anterior, se observa continuidad en disminución de los valores positivos que se venían presentando en el IMT marcando un comportamiento con tendencias a disminuir la condición Niño.

De acuerdo con los análisis más recientes de los centros internacionales de predicción climática, en la cuenca del océano Pacífico Tropical, se presenta una condición ENOS-Calida; Con valores de la Anomalías de Temperatura Superficial del Mar (ATSM) positivos en todas las zonas niño pero con diferentes tendencias entre las zonas a comparación del mes anterior. En la zona Niño 4 cerró con un comportamiento menor al mes anterior, en la zona Niño 3.4 cerró con un leve aumento en el comportamiento, la zona Niño 3 cerró con un aumento en el comportamiento y finalmente la zona 1+2 cerró con un aumento pasando a condiciones cálidas a comparación del mes anterior. (Figura 4).

La figura 5 indica el comportamiento semanal de la TSM, en donde se observa una tendencia a la disminución de la anomalía positiva a lo largo de la línea del Ecuador y al frente de las costas de México con valores entre 1 a 2 °C. Aún persisten algunas masas de agua caliente que se encontraba en la línea del Ecuador posicionándose sobre los 120°W del Pacífico. En cuanto anomalías negativas se observa algunos focos importantes, uno sobre los 150°W a 120°W al sur del Pacífico y otro foco de anomalías negativas sobre la costa suramericana exceptuando Ecuador de hasta de -1°C, una condición que se viene presentando desde el mes de febrero. (Figura 5).

Como se observa en la gráfica (Figura 6), para el mes de abril el comportamiento que se venía evidenciando respecto la continuidad a lo largo de la línea del ecuador del desplazamiento de aguas cálidas hacia costas suramericanas se ha disipado, llegando a registrar valores hasta de 1°C. En la posición 100°W donde se presentaba una surgencia ha desaparecido también, permitiendo que los vestigios de la masa de agua cálida que se venía presentando a lo largo de los últimos meses logren alcanzar las costas suramericanas.
 
De igual forma, se evidencia una nueva surgencia sobre los 150°E en aguas del continente Australiano, lo cual permitirá a futuro continuar disminuyendo los valores positivos de la masa de agua cálida del Pacífico Ecuatorial.

Dentro de la escala interanual y de acuerdo con la Administración Nacional de Océano y Atmósfera (NOAA por sus siglas en inglés), en su informe del 11 de abril de 2019 manifestó que las condiciones de El Niño continuaron durante el mes de marzo de 2019, ya que la temperatura superficial del mar continuó por encima del promedio a través de toda la cuenca del océano Pacifico tropical. Los valores semanales más recientes de las anomalías de la temperatura superficial del mar, al 22 de abril del año en curso, se presentaron por encima de +0.5°C en gran parte de la cuenca del océano Pacífico tropical tomando valores de +0.8°C, +0.8°C y +0.7°C en las regiones Niño 4, Niño 3.4 y Niño 3  respectivamente.
 
En la parte atmosférica se observó un aumento en la convección ecuatorial cerca de la Línea de Cambio de Fecha y en el oeste del Océano Pacifico, mientras que una  disminución en la convección prevaleció sobre el oeste de Indonesia. Las anomalías de los vientos en los niveles bajosfueron del oeste en el oeste del Océano Pacifico durante marzo. El índice de Oscilación del Sur ecuatorial fue negativo. En general, y de acuerdo con la NOAA, estas características son consistentes con condiciones débiles de El Niño.
 
En este sentido, el Instituto Internacional de Investigación para Clima y Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés), en su reporte del 19 de abril de 2019, apoya la posición de la NOAA argumentando que las temperaturas superficiales del mar en el Pacífico tropical se mantuvieron en niveles de un fenómeno El Niño de intensidad débil durante marzo y principios de abril, mientras que las anomalías de la temperatura sub-superficial del mar disminuyeron un poco, pero siguieron siendo positivas. Los patrones en la atmósfera muestran condiciones débiles de El Niño; no obstante, el pasado 16 de abril del año en curso, la Oficina de Meteorología de Australia (BOM por sus siglas en inglés) expresó que, aunque las temperaturas de la superficie del mar en el océano Pacífico tropical todavía están cerca de los umbrales de El Niño, la atmósfera aún no ha mostrado una respuesta consistente con esta fase extrema del ENOS. El Índice de Oscilación del Sur, que generalmente disminuye cuando se desarrolla un patrón de presión de El Niño en el Pacífico ecuatorial, permanece neutral y, los vientos alisios están actualmente cerca de los valores normales a lo largo del ecuador.
 
El BOM de Australia agrega además que, para que se declare un evento El Niño, la atmósfera aún debe mostrar una respuesta consistente con este evento y de nuevo recalca que un estado de El Niño en modo ALERTA no es una garantía de que El Niño ocurrirá; es una indicación de que la mayoría de los precursores típicos de un evento están en su lugar.
 
Frente al pronóstico estacional, los diferentes centros internacionales de predicción climática están de acuerdo con que la mayoría de los modelos prevén que la anomalía de la temperatura superficial del mar en la región El Niño3.4 se ubique entre medio y un grado Celsius (+0.5°C y +1.0°C) por encima de lo normal durante los siguientes meses, lo que indica condiciones débiles de El Niño; sin embargo, la NOAA precisa que los pronósticos realizados durante la primavera tienden a ser menos precisos, por lo tanto, la probabilidad pronosticada de que El Niño persista hasta el trimestre septiembre-octubre-noviembre actualmente es de 50-55%.
 
Con base en los análisis anteriores, el IDEAM resalta que, a pesar de que la NOAA ha manifestado que el fenómeno El Niño está presente, el fenómeno no ha mantenido un acople persistente entre el océano y la atmósfera asociado a dicha fase del ENOS,  favoreciendo sobre el territorio colombiano como lo ha hecho en los meses anteriores, que otros fenómenos de variabilidad climática de distinta escala temporal como la estacional y la intra-estacional, expliquen los cambios en los patrones de precipitación y temperatura sobre el territorio colombiano.
 
Las perspectivas de los modelos de predicción climática sugieren que este calentamiento en la cuenca del océano Pacífico tropical se mantendrá durante el segundo semestre del año, sin asegurar que la atmósfera llegué a presentar una respuesta consistente con este evento El Niño. Los diferentes centros internacionales de predicción climática estiman que dicho evento sería de intensidad débil; sin embargo, como lo indicó hace dos meses la OMM y actualmente lo hace el mismo IRI, no hay que olvidar que las predicciones de largo plazo, que se realizan en este momento del año (primavera del hemisferio norte) para el segundo semestre, tienen cierta incertidumbre y deben tenerse en cuenta con especial cautela.
 
El actual calentamiento de las aguas en la cuenca del océano Pacífico tropical empatará con la segunda temporada de menos precipitaciones que se presenta típicamente en la región Andina en junio-julio-agosto y el inicio de la temporada lluviosa, desde mayo, en la región Caribe y piedemonte llanero de la Orinoquía; sin embargo, para la región Caribe, se esperan volúmenes de precipitación por debajo de lo normal; ya que los modelos globales están de acuerdo que desde la costa oeste de África, a lo largo de la franja tropical del océano Atlántico y Mar Caribe, hasta la costa oriental de Centroamérica, la anomalía de la temperatura superficial del mar estará entre lo normal y por debajo de sus promedios climatológicos, favoreciendo que la precipitación sea deficitaria en dicha franja del planeta y de esta forma sugiriendo que la temporada de ondas tropicales del este, que normalmente inicia en mayo y termina en noviembre, no traerán los volúmenes de precipitación esperados en el norte del país para el trimestre mayo-junio-julio.
 
Con respecto a la escala intraestacional, el modelo de armónicos esféricos del 28 de abril estima que la fase convectiva de la oscilación Madden&Julian (MJO) para el mes de mayo, sería mayormente influyente sobre condiciones climáticas del país en la segunda y tercera semana del mes, favoreciendo el aumento de nubosidad y precipitaciones sobre el territorio nacional, pero adicional a ello, las precipitaciones a lo largo del mes de mayo también van a depender además de la evolución de la    variabilidad interanual e intraestacional descrita anteriormente, del comportamiento de los sistemas meteorológicos de escala sinóptica y de la presencia de fenómenos locales que se presenten sobre el país. La dinámica de dichos fenómenos de diferente escala espacio-temporal modulará la manera de cómo se comporte el régimen de precipitación pare el resto de la primera temporada de mayores precipitaciones centrada en abril y mayo sobre la región Andina y, del inicio de dicha temporada particularmente en el piedemonte llanero y gran parte de la región Caribe.
 
Estacionalmente, el mes de mayo, junto al mes de abril, hace parte de la primera temporada lluviosa del año en la región Andina, época en la cual la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) se ubica en el centro del territorio nacional. Al oriente del país, las precipitaciones dependen más de las fluctuaciones asociadas a la Zona de Convergencia del Atlántico Sur (SACZ) y del ingreso de masas húmedas procedentes del sur de continente, lo cual marca el inicio de la temporada de lluvias a lo largo del piedemonte llanero de la Orinoquia. Sobre la región Caribe, es normal que aumenten significativamente los volúmenes de precipitación con respecto a abril, producto del paso de ondas tropicales de este; perturbaciones en el campo del viento que se presentan típicamente entre mayo y noviembre sobre océano Atlántico tropical y Mar Caribe. La región Pacífica, se caracteriza por ser húmeda a lo largo del año y, paulatinamente sobre la Amazonía, empiezan a disminuir los volúmenes de precipitación con respecto a abril sobre el trapecio Amazónico, pero continúan en ascenso hacia el piedemonte de esta región, para alcanzar sus volúmenes máximos hacia el mes de junio.
 
Bajo el contexto anterior y en términos de predicción climática para la precipitación, para el mes de mayo de 2019, se estiman precipitaciones por debajo de lo normal en las regiones Caribe, Andina y amplios sectores de la Orinoquía; no obstante, es importante indicar que en dichas regiones, no se descartan algunos fenómenos locales y/o eventos extremos que puedan generar excesos de lluvia particularmente en sitios puntuales de: eje cafetero, Altiplano Cundiboyacense, piedemonte llanero y, centro-sur de los  departamentos de Antioquia y Santander, (Fig. 1). Sobre la región Pacífica y la Amazonía, caracterizadas por ser zonas húmedas a lo largo del año, se espera que los volúmenes de precipitación se ubiquen entre lo normal y por encima de sus valores climatológicos.
 
Para el trimestre consolidado mayo-junio-  julio (MJJ), se prevén precipitaciones por debajo de los promedios climatológicos en gran parte de las regiones Caribe y Andina. En la Orinoquia, se estiman volúmenes de precipitación cercanos a lo normal excepto sobre el piedemonte llanero donde se esperan valores de precipitación por encima de los promedios climatológicos.
 
En la Amazonía, se esperan precipitaciones por encima de lo normal mientras que, en la región Pacífica, se pronostica la misma situación en su franja norte-centro, pero deficitaria al sur de la zona. (Fig. 3).
 
Con respecto al comportamiento general de la temperatura del aire, para los meses de mayo y junio se esperan anomalías por encima de +0.5° mientras que, para julio, la mayoría de los modelos prevén anomalías que superan +1.0°C en amplios sectores de las regiones Andina, Caribe y Orinoquia; para el resto del país, se espera que  esta variable meteorológica se encuentre dentro de los valores climatológicos para la época  del año.
 
Se estima que, para el mes de abril, las precipitaciones se presentarán de la siguiente (figura 7):
 
Región Caribe: se prevé un comportamiento por debajo de los promedios climatológicos; excepto al occidente de Córdoba y Golfo de Urabá donde se prevé excedencias. Para el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se prevé un comportamiento deficitario.
 
Región Pacífica: se esperan excesos de la precipitación para la mayor parte de la región.
 
Región Andina: para éste mes, los índices de precipitación presentarían un  comportamiento por debajo de los promedios históricos, excepto para sectores del Eje Cafetero, altiplano Cundiboyacense y centro y sur de los departamentos de Antioquia y Santander, donde se prevén excesos en la precipitación.
 
Región de la Orinoquía: en la mayor parte de la región, se estiman precipitaciones deficitarias excepto para el piedemonte llanero, donde se prevé un comportamiento por encima de los promedios climatológicos.
 
Región Amazónica: se espera un comportamiento de precipitaciones por encima de los promedios climatológicos para la época del año en la mayor parte de la región.

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