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Bogotá, 14 de septiembre de 2023. A partir de hoy, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) cambiará el esquema de medición de la actividad volcánica en Colombia. Ahora la actividad de las 25 estructuras volcánicas activas que la Entidad monitorea estará categorizada en “estados de alerta volcánica" e incluirá descripciones más precisas sobre el comportamiento de los volcanes. Este nuevo esquema presentará una serie de acciones recomendadas por el SGC a las autoridades competentes y comunidades de zonas de influencia volcánica según el estado de alerta.
Con este cambio, Colombia se ajusta a los referentes utilizados a nivel mundial para describir la actividad volcánica, así como a la terminología de la normativa nacional sobre gestión del riesgo (que usan el concepto de “alerta").
El nuevo esquema es el resultado de un análisis de varios meses por parte del SGC, y la posterior articulación con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Este ya fue socializado con el Comité Nacional para el Conocimiento del Riesgo (CNCR) y su fin es optimizar los procesos de comunicación y articulación con todas las entidades que participan en la gestión del riesgo volcánico.
¿Qué cambia en el nuevo esquema?
Si bien los estados de alerta están representados en los mismos cuatro colores del esquema anterior (Verde, Amarillo, Naranja y Rojo), ahora no hacen referencia directa a la probabilidad de erupción en términos de tiempo, ni están pensados en términos de progresividad como ocurría con los niveles de actividad, que estaban numerados del I al IV. “La actividad de los volcanes no necesariamente siempre cambia de manera secuencial, es decir, de nivel Verde a Amarillo, luego de Amarillo a Naranja, y finalmente de Naranja a Rojo. Mientras un volcán esté activo, puede hacer erupción en cualquier momento como pasó con el volcán Nevado del Huila en 2007, que llevaba más de 500 años sin hacer una erupción y la hizo en 21 horas. Por eso ya no hablaremos de niveles, sino de estados.", explicó John Makario Londoño, director técnico de Geoamenazas del SGC.
En el nuevo esquema ya no existe ninguna categoría en la que se afirme que es probable que se dé una erupción en cuestión de días, semanas u horas, como pasaba con el nivel de actividad Naranja. Ahora la probabilidad de erupción está implícita en todos los estados de alerta y varía de acuerdo a estos: en alerta Verde es menor que en Amarilla, y en Naranja es mucho mayor que en Amarilla.
La única estructura volcánica que cambió de categoría es el Complejo de domos Nevado Santa Isabel (que antes estaba en nivel de actividad Verde), debido a cambios en la sismicidad al interior del edificio volcánico y a una posible fuente deformación en superficie que indican que debe situarse en estado de alerta Amarilla en el nuevo esquema.
De otro lado, la periodicidad de los boletines con los que desde el SGC informamos sobre el estado de las 25 estructuras volcánicas activas que monitoreamos dependerá de la evolución de las manifestaciones de actividad que cada una de estas estructuras tenga.
Para los volcanes en estado de alerta Amarilla y Naranja habrá un boletín semanal todos los martes y su periodicidad cambiará a diaria u horaria si: a) la estructura volcánica pasa a alerta Roja; b) su actividad lo amerita; c) las autoridades competentes o la UNGRD así lo requieren (en cualquier estado de alerta, la periodicidad de publicación de los boletines se podrá aumentar o disminuir según evolucione la actividad del volcán). En el caso de las estructuras volcánicas en estado de alerta Verde, continuaremos con un boletín mensual. Ante situaciones en las que la actividad de un volcán experimente cambios significativos y no previstos, probabilidad de ocurrencia de una erupción mayor, o cuando se presente una amenaza inminente para la población, se emitirá un boletín extraordinario.
El monitoreo volcánico en Colombia
En Colombia, el monitoreo sistemático de los volcanes activos por parte del SGC (en ese entonces INGEOMINAS) y en cooperación con otras entidades comenzó el 20 de julio de 1985 con la actividad del volcán Nevado del Ruiz, y se fue extendiendo a los demás volcanes activos del país. La categorización en cuatro niveles de actividad representada en colores (Verde, Amarillo, Naranja y Rojo) y valores numéricos paralelos (IV, III, II, I, respectivamente), con una descripción abreviada del comportamiento volcánico a partir de los resultados del análisis de la información obtenida por la red de vigilancia volcánica que se tenía en ese momento, se planteó en 2004 al entonces Comité Regional de Emergencias del Departamento de Nariño (CREPAD-Nariño), que para la época afrontaba la actividad eruptiva del volcán Galeras. Este esquema de medición, que fue aceptado por el CREPAD-Nariño, se propuso para que los tomadores de decisiones tuvieran una herramienta sencilla para poder gestionar las acciones en cuanto a prevención, atención y respuesta. Con la reactivación del volcán Nevado del Huila en 2007, este esquema de medición se adoptó a nivel nacional para las demás estructuras volcánicas activas monitoreadas (actualmente funciona para 25). Ahora, a partir del 14 de septiembre de 2023 entrará en vigencia el esquema de estados de alerta por actividad volcánica, que optimizará los procesos de comunicación y articulación con todas las entidades que participan en la gestión del riesgo volcánico.
Estado
Descripción técnica
Explicación
Recomendaciones generales para autoridades y la comunidad
Alerta Verde
Volcán activo en reposo
Volcán con cambios menores sin superar el umbral base de los parámetros monitoreados (sismicidad, deformación de la superficie volcánica, geoquímica, actividad superficial).
Manifestaciones superficiales: niveles bajos de desgasificación pasiva en el cráter y en fumarolas, actividad fumarólica y olores, presencia de fuentes termales, entre otros.
La actividad del volcán se encuentra muy baja, es decir, todos los parámetros que se monitorean presentan niveles muy bajos. Las manifestaciones de actividad que se pueden observar en superficie pueden incluir salida de gases, algunos olores, fuentes termales, entre otros. Esporádicamente se pueden producir pequeños sismos.
CONOCIMIENTO
-Adquirir conocimiento del volcán.
-Iniciar planes de educación y comunitarios de emergencia.
-Identificar rutas de evacuación y puntos de encuentro conforme al mapa de amenazas.
-Participar en simulacros
Alerta Amarilla
Volcán activo con cambios en el comportamiento del nivel base de los parámetros monitoreados y otras manifestaciones
Los diferentes parámetros que se monitorean presentan cambios que pueden incluir: sismicidad con niveles moderados, enjambres sísmicos, incrementos de sismicidad de fracturamiento de roca y ocurrencia de sismicidad asociada a la dinámica de fluidos; deformación leve a moderada; niveles moderados de desgasificación y cambios en los parámetros fisicoquímicos de fuentes termales y fumarolas; aumento en la altura y densidad de la columna de vapor de agua y gases.
Manifestaciones superficiales: pueden ocurrir emisiones esporádicas de ceniza (erupciones menores) cuyo alcance y efectos son restringidos, y la dispersión de la ceniza depende de la dirección del viento; presencia de algunas incandescencias; pequeñas explosiones en el cráter; anomalías térmicas de baja energía; ruidos; sismos sentidos; olores; precipitación de azufre elemental en inmediaciones al cráter y en fuentes termales y fumarolas; y desgasificación en zonas diferentes al cráter.
La actividad del volcán ha aumentado con respecto a los niveles que se observan en el estado de Alerta Verde. Algunos cambios en los parámetros que se monitorean pueden incluir: aumento de la sismicidad del volcán, la cual puede estar asociada a rompimiento o agrietamiento de las rocas al interior del volcán o al movimiento de fluidos al interior del mismo. Algunos de esos sismos pueden ser sentidos por los pobladores cerca al volcán. La superficie del volcán puede presentar deformaciones (se hincha o se deshincha) y agrietamientos. La salida de gases puede aumentar al igual que los olores, no solo desde el cráter activo, sino desde otros lugares alrededor del volcán. También puede aumentar la temperatura de fuentes termales o del fondo del cráter. En algunos casos se pueden presentar pequeñas emisiones de ceniza de poca altura y alcance. Se pueden escuchar pequeñas explosiones en el cráter activo.
PREPARACIÓN
-Desarrollar e implementar instrumentos de planificación.
-Fortalecer procesos de apropiación del conocimiento geocientífico.
-Realizar, actualizar o revisar planes y estrategias de respuesta departamental y municipales, así como los planes específicos y de respuesta.
-Realizar simulaciones y simulacros por posibles eventos eruptivos.
-Restringir el acceso a la parte alta del volcán (depende del volcán).
-Participar en simulacros.
Alerta Naranja
Volcán con cambios importantes en los parámetros monitoreados
Todos o varios de los parámetros monitoreados presentan cambios importantes, por encima del nivel base de actividad, entre los cuales se incluyen: sismicidad con niveles moderados a altos que puede ser asociada a la dinámica de fluidos o sismicidad asociada fractura de rocas al interior del volcán; deformación considerable de la superficie; cambios importantes en los niveles de desgasificación (incremento o disminución drástica en la frecuencia de emisiones de SO2 u otros gases magmáticos); aumento de las alturas de la columna de vapor de agua y gases.
Manifestaciones superficiales en las que pueden ocurrir algunos de estos fenómenos: emisiones de ceniza frecuentes (erupciones menores) cuyo volumen no afecta de manera importante el diario vivir; explosiones o incandescencias; anomalías térmicas importantes; ruidos; sismos sentidos; olores fuertes e irritantes en zonas cercanas al volcán; precipitación de azufre elemental en inmediaciones del edificio volcánico; liberación de gases magmáticos de manera importante que pueden causar la muerte de pequeños animales que estén cerca al volcán; agrietamientos en el terreno. Se puede presentar el ascenso y destrucción de domos con poco alcance de afectación, proyectiles balísticos, lahares con volúmenes pequeños, o corrientes de densidad piroclástica restringidas a la parte proximal del edificio volcánico.
La actividad del volcán ha aumentado de manera considerable, comparada con los niveles que se observan en el estado de Alerta Amarilla. Los parámetros que se monitorean muestran variaciones o fluctuaciones considerables (pueden aumentar o disminuir) y aumenta la probabilidad de una o varias erupciones mayores (aquellas de gran alcance y altura que pueden afectar de manera importante la vida de personas y animales, el ecosistema y la infraestructura, puentes, edificaciones, carreteras, etc.). La sismicidad aumenta de manera importante, tanto los sismos que se asocian al rompimiento y agrietamiento de rocas al interior del volcán, como aquellos que se asocian al movimiento de fluidos (gases,ceniza, magma, vapor de agua) al interior del volcán. Se observa aumento en la salida de gases, con fuertes olores, y en muchas ocasiones acompañada de ceniza volcánica, la cual puede empezar a salir con mayor regularidad, generando lo que se denominan erupciones menores (aquellas que tienen poco alcance y afectación), algunas de las cuales pueden expulsar bloques de rocas que podrían afectar a personas, animales o infraestructura que viven cerca al volcán. Se pueden escuchar explosiones fuertes en el cráter, así como observarse, en el fondo del mismo, un aumento importante de la temperatura. Pueden producirse domos (protuberancias o tapones) en el fondo del cráter y ser destruidos. Se pueden generar avalanchas (lahares) pequeñas en los ríos que nacen en el volcán.
ALISTAMIENTO
-Definir zonas de posible evacuación preventiva, inmediata y exclusión, dependiendo del volcán y acorde a lo establecido en el mapa de amenaza volcánica y en los planes.
-Implementar medidas de protección personal.
-Realizar ejercicios de simulación y simulacros de evacuación.
-Fortalecer los procesos de comunicación a todo nivel.
-Restringir el acceso a ciertos sectores del volcán, dependiendo del volcán y del mapa de amenaza.
Alerta Roja
Volcán en erupción
Erupción mayor (considerable) en curso, cuyos efectos pueden afectar y poner en riesgo la vida de las personas que viven en zonas de amenaza volcánica alta y/o media, dependiendo del fenómeno. Las redes de monitoreo pueden registrar señales sísmicas asociadas a erupciones, aumento de la sismicidad superficial de sismos de fractura y de fluidos localizados en el cráter principalmente, aumento de la energía sísmica liberada, deformación coeruptiva, alta desgasificación, ondas de presión, ondas de choque, entre otros. Liberación de altos niveles de gases magmáticos y vapor de agua. Se pueden presentar fenómenos como emplazamiento y destrucción de domos, explosiones o colapsos de domo, colapsos de columnas eruptivas, generación de corrientes de densidad piroclástica de volúmenes importantes, formación de nuevos cráteres o grietas, lahares de gran extensión y volumen, columnas de gases, vapor de agua y/o ceniza altas y muy concentradas en gases azufrados y halogenados, presencia de tormentas eléctricas y rayos en la zona cercana al cráter, entre otros.
La actividad del volcán se encuentra en su punto máximo, con la variación importante de todos o varios parámetros o variables usados en el monitoreo. Puede haber un gran aumento de sismos previo y durante la erupción. Se puede deformar la superficie del volcán de manera considerable y generar agrietamientos en el terreno. La salida de gases y olores aumenta drásticamente. Las columnas eruptivas o nubes eruptivas de las erupciones mayores pueden alcanzar alturas de varias decenas de kilómetros, las cuales pueden derrumbarse por su peso o salir desde el cráter hacia las laderas del mismo con gran velocidad, arrasando todo a su paso, por las altas temperaturas y gran cantidad de material sólido mezclado con gases que llevan. Se pueden formar domos (protuberancias o tapones) en el fondo del cráter y ser destruidos posteriormente. Se pueden formar grandes avalanchas (lahares) que alcanzan grandes extensiones, incluso centenares de kilómetros.
ACTIVACIÓN
-Activar planes y estrategias departamentales y municipales.
-Realizar evacuación obligatoria de zonas que pueden ser afectadas por la erupción, dependiendo del volcán y acorde con el mapa de amenaza.
-Restringir acceso a quebradas o ríos que nacen en el volcán, y a vías o sectores que puedan cruzar el volcán, o zonas de amenaza que pueden ser afectadas por la erupción.
-Fortalecer los procesos de comunicación a todo nivel.
Notas al editor: