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Evolución entre los mapas geológicos de 1944 y 1988
Este tipo de mapas, que de manera oficial se han realizado por más de un siglo, han soportado el desarrollo de las geociencias en sus diversas áreas: desde la mineralogía y la petrografía hasta la vulcanología, la sismología y las aguas subterráneas. ¿Qué son, cómo se hacen y para qué sirven?
¿Cómo se sabe que en la Orinoquia y la Amazonia se encuentran las rocas más antiguas del país —algunas de ellas pueden tener entre 1800 y 2000 millones de años—; que la cordillera Oriental fue un mar durante el Cretácico —período que inició hace 145 millones de años y finalizó hace 66 millones de años con la extinción de los dinosaurios—; o que los suelos de origen volcánico en Colombia contienen minerales que los hacen más fértiles?
Una de las maneras más efectivas que han desarrollado los científicos para llegar a descubrimientos como estos y para entender lo que yace bajo nuestros pies son los mapas geológicos, que en palabras simples son representaciones gráficas de la distribución espacial de las rocas en la superficie terrestre y de rasgos de fracturas o dobleces que afectan dichas rocas.
Estos mapas dan información sobre características como los tipos de materiales que conforman las rocas y los suelos, las formas del relieve (conocidas como geoformas), las estructuras que las controlan (como las fracturas y los pliegues) y los patrones o comportamiento de los cursos de agua superficial (arroyos, ríos y quebradas) de un territorio.
Pero, ¿para qué es útil esta información? Aquí es clave una mirada al pasado, específicamente al momento en el que se empezaron a desarrollar de manera oficial los primeros mapas geológicos del país. Esto fue en abril de 1917, cuando el Gobierno Nacional de la época, a través del entonces Ministerio de Obras Públicas, creó la Comisión Científica Nacional, con la responsabilidad de desarrollar el mapa geológico del país con el fin de identificar áreas con minerales de interés.
Así lo reportó el periódico El Tiempo en mayo de ese año: “La Comisión, ante todo, estudiará terrenos de importancia práctica, donde haya riquezas minerales de pronta explotación”. Frente a esto, el geólogo e historiador Armando Espinosa Baquero, explica que “en el año 1916 Colombia importaba todo: hierro, carbón, cemento, acero, entre otros productos. No había industria, pero debido a la Primera Guerra Mundial, el comercio en el Atlántico se vio fuertemente afectado y, con ello, el país tuvo que empezar buscar sus propios recursos. En ese contexto se creó la Comisión”.
Para la época, la mayor necesidad de materias primas minerales a nivel nacional estaba en el abastecimiento de carbón para los ferrocarriles nacionales, pero con el tiempo empezaron a aparecer nuevas demandas, entre ellas metales preciosos, cromo, azufre, fosfatos, entre otros. Estas necesidades, que en su momento fueron abordadas por la Comisión, dieron paso a la construcción de mapas geológicos que evidenciaban las riquezas del subsuelo del país, y, a la vez, potenciaban el desarrollo de diversas industrias.
Con el pasar de las décadas, la Comisión Científica Nacional evolucionó hasta convertirse en lo que hoy en día se conoce como el Servicio Geológico Colombiano y, durante este proceso, la elaboración de mapas geológicos en distintas regiones del país fue contribuyendo a la creación de un gran mapa geológico para Colombia. También se trascendió del enfoque en el contenido de minerales hacia otro tipo de conocimiento como la potencialidad de hidrocarburos, las amenazas de origen geológico, la presencia de aguas subterráneas, el patrimonio geológico y paleontológico, y más recientemente, los problemas geoambientales.
Julián López, geólogo del Grupo de Cartografía Aplicada del SGC, dice que en lo referente a mapas enfocados en la comprensión de amenazas de origen geológico, “se buscaba entender, por ejemplo, por qué en una región estaban ocurriendo muchos movimientos en masa. La realización de un mapa geológico era fundamental para conocer el estado de calidad de la roca y el origen de los deslizamientos”, relata, y agrega que los mapas geológicos han producido un conocimiento determinante para el desarrollo de ramas de la geología como la vulcanología y la sismología en el país.
Frente a la primera, estos no solo han contribuido al descubrimiento de estructuras volcánicas y a la descripción de suelos volcánicos, sino que han sido la base para desarrollar mapas de amenaza (aquellos que especifican el riesgo bajo el cual están las poblaciones de las zonas de influencia de volcanes en caso de una erupción). Frente a la segunda, estos han sido indispensables para identificar zonas con manifestaciones de actividad sísmica frecuente e incluso han sido el punto de partida para el estudio de los sistemas de fallas geológicas (conocimiento necesario para la construcción de obras civiles).
Evolución entre los mapas geológicos de Colombia de 1944 y 1988.
En cuanto a las aguas subterráneas, si bien se puede afirmar que el mapa nacional sobre esta temática no ha tenido un avance significativo, se ha avanzado en mapas en escalas adecuadas para la toma de decisiones en algunos lugares del país. La geología, tanto en clave de los diversos tipos de roca y de suelos, así como de las fracturas que afectan el subsuelo, son el cimiento para el entendimiento de la recarga de aguas subterráneas, las direcciones de flujo interno y la descarga en cuerpos de agua superficial o como manantiales.
¿Cómo se desarrolló y dónde se puede encontrar el mapa geológico de Colombia?
El proceso de elaboración de un mapa geológico está lejos de ser sencillo. “Para empezar, es necesario hacer una aproximación aérea al sitio sobre el cual se desarrollará el mapa y, para esto, se obtienen fotografías de sobrevuelos e imágenes satelitales. Este material permite observar características de la superficie, como las montañas y los ríos, y determinar qué procesos geológicos han operado en el área estudiada”, explica López, y añade que otro punto de partida para las investigaciones de los mapas geológicos son los mapas que genera el Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
Con esta información se diseñan rutas para que los geocientíficos puedan corroborar en terreno lo que observaron en las imágenes y plasmaron en el papel y, paralelamente, puedan ir capturando nuevos datos, mediante mediciones, descripciones y dibujos, en sus libretas de campo. La información registrada por los profesionales puede depender de las especialidades de los mismos: la petrología, la geomorfología, la tectónica, la sedimentología, la estratigrafía, la geoquímica, la geomecánica, entre otras ramas que garantizan que, a lo largo de diferentes estudios sobre una misma área, se obtengan conocimientos diversos que complementan el mapa geológico del país.
Es importante tener en cuenta que para representar la información geológica en los mapas se utilizan colores y tramados que indican la edad y la composición de los materiales, y se definen escalas de presentación que permiten visualizar el territorio con diferentes niveles de detalle de acuerdo al tamaño de los mismos: detalladas (1:5000) en las que un centímetro en el mapa representa 50 metros, medias-regionales (1:100 000) en las que un centímetro en el mapa representa 1000 metros, y regionales (1:1 500 000), en las que un centímetro en el mapa representa 15 kilómetros.
“Dependiendo de la escala de detalle del mapa, hacemos recorridos con estaciones cada 100 m, cada 250 m, cada 1.000 m, cada 2.5 km, o cada vez que vemos unas características que pueden diferenciar un sector de otro”, dice. Es así como en las últimas dos décadas se han adelantado distintas etapas de actualización del Mapa Geológico de Colombia, el cual ha sido uno de los productos más consultados en la página web a través de los años y está disponible aquí.
Adicionalmente, el Mapa Geológico de Colombia no solo ha sido una herramienta fundamental para que los geólogos conozcan las edades de las rocas que forman las cordilleras, valles y llanuras, sino también para precisar sus límites geográficos y el contexto de áreas de interés para diferentes actores teniendo en cuenta que determinados tipos de rocas y estructuras permiten la toma de decisiones (por ejemplo, para ubicar zonas por potencial geotérmico asociadas a volcanes).
También es posible que cualquier ciudadano saque provecho de estos mapas: mediante la amplia gama de colores que dan muestra de la inmensa variabilidad rocas y edades geológicas, las personas logran entender mejor los paisajes del territorio colombiano, por ejemplo, la presencia de los tepuyes en la amazonia. La paleta de colores que caracteriza es una convención establecida por la Comisión Estratigráfica Internacional.
El mapa geológico de Colombia es el resultado de la compilación de levantamientos cartográficos a diversa escalas en territorio nacional continental e insular, lo que permite tener en el contexto general de la caracterización y extensión lateral de las rocas y depósitos en superficie. Actualmente, el Servicio Geológico Colombiano está enfocado en construir mapas que brinden información, a escalas adecuadas, para la toma de decisiones tanto en zonas continentales como en fondos marinos.
El Mapa Geológico de Colombia ha servido como:
Base para el Mapa Metalogénico de Colombia.
Referente de consulta para mapas geológicos a nivel continental, entre ellos el Mapa Geológico de Suramérica a escala 1:5 000 000 y el Mapa Estructural del Caribe. También para la la interpretación de la información geofísica y geoquímica regional.
Material para la enseñanza de geología de Colombia en las escuelas de geología, ingeniería geológica y geociencias del país.
Fuente para el estudio de las cuencas sedimentarias de Colombia.
Guía para la búsqueda de minerales estratégicos del país.
Fuente de consulta sobre los volcanes y sobre las fallas y las fuentes sismogénicas del país.
Base para la mayoría de los trabajos de investigación que adelantan grupos de investigación en Colombia y en otras partes del mundo sobre la geología del país.
Sustento para defender la soberanía colombiana sobre su territorio.
Si te interesa conocer en detalle algunos de los mapas geológicos que se han producido en los últimos cien años, te recomendamos descargarlos: 1856, 1915, 1919, 1943, 1943, 1944, 1976, 1988, 2007 hasta la fecha.