La paleontología, la mineralogía, la vulcanología, el tectonismo, la sismicidad histórica…Estas y otra infinidad de ramas de estudio que se desprenden de la geología,  son el resultado de la curiosidad infinita que, por décadas, ha motivado a los profesionales de las ciencias de la Tierra a buscar respuestas sobre el origen y la evolución del planeta. Gracias a ellos, hoy tenemos conocimientos variados y útiles: desde cómo se formaron los territorios que están bajo nuestros pies y cuáles son las zonas más activas sísmicamente en el mundo, hasta qué especies existieron miles de años atrás y cómo aprovechar el calor natural de la tierra para la generación de energía eléctrica. 

Sin embargo, el ejercicio de la geología también ha contribuido a la sobreexplotación de recursos minerales y combustibles fósiles, lo que, a su vez, ha tenido un impacto innegable en la crisis climática que hoy atravesamos. Entre ires y venires, el ejercicio de la geología es desafiante. Por ello, es fundamental que esta ciencia sea una guía en un camino en el que abundan preguntas como: ¿qué podemos aprender del pasado para proyectarnos a futuro?, ¿cómo prepararnos mejor para las situaciones de riesgo que se desprenden de fenómenos geológicos?, ¿cómo relacionarnos de manera más saludable con nuestro entorno?, y, ¿cómo contribuir al equilibrio del planeta (cada vez más alterado por acciones humanas)? 

Estas y otras cuestiones han inspirado a muchos geólogos del Servicio Geológico Colombiano a dedicar sus vidas a la generación y divulgación de conocimiento geocientífico. Aquí compartimos algunas historias en homenaje a sus trayectorias y contribuciones. ​