Esta geóloga, doctorada en esta misma ciencia en la Universidad Autónoma de Barcelona, llegó a liderar ese Observatorio tan solo unos días antes de que se desatara la crisis volcánica del Nevado del Ruiz. Hoy, después de semanas intensas, se siente orgullosa de la forma en la que, como equipo, han manejado la situación.

A Lina Marcela Castaño, líder del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales-OVSM, el revuelo nacional de las últimas semanas, causado por el nivel de actividad Naranja del volcán Nevado del Ruiz, le ha restado momentos con su familia, jornadas deportivas (le gusta el ciclomontañismo y el pilates) y noches de sueño. Aún así, esta funcionaria que llegó en 2013 al SGC, y que desde 2015 empezó a prepararse para enfrentar las demandas de las extensas jornadas de monitoreo y análisis volcánico, se siente satisfecha con el manejo que se le ha dado a la crisis desde el equipo del equipo OVSMA y en la Entidad en general. 

Para ella, esta situación no solo ha significado una dedicación casi que exclusiva para entender el comportamiento del volcán, sino que le ha presentado un reto incómodo: la exposición mediática. Y es que para una persona que sigue de manera juiciosa las noticias del país, ya sea en radio, televisión o medios escritos, el rostro de Lina Marcela no debe resultar desconocido: en múltiples entrevistas le ha respondido al país las preguntas más importantes asociadas al estado del volcán. 

Ella no se ve, lee ni escucha, aunque muchas personas insistan en mandarle las publicaciones que llevan su nombre. Las ignora con gusto, porque aunque ser vocera de la Entidad la ha empujado a descubrir una faceta que “ha sacado adelante, a pesar de las muchas cosas por mejorar”, prefiere concentrarse en lo que mejor sabe hacer: analizar los datos que arroja el monitoreo volcánico. Como dice, esta pasión, a diferencia de las entrevistas, no la desvela de estrés, sino que más bien alimenta los sueños.

“En Colombia hacemos una gran labor de monitoreo, y por eso nos reconocen internacionalmente, pero una de las cosas que quiero lograr es agilizar los tiempos de análisis de la información que recibimos”, explica, y añade que en cuanto pase la coyuntura relacionada con el volcán, quiere dedicarse a cumplir expectativas como esta. Por algo, dicen sus compañeros, es perfeccionista y dedicada.

Sin embargo, por mucho que disfrute el trabajo, Lina Marcela también quiere volver a tener tiempo para otras actividades, como el ciclomontañismo. Al final, lo que más busca es mantenerse conectada con la naturaleza: el mismo argumento le sirvió para cambiar la carrera de publicidad, cuando cursaba cuarto semestre, por la de geología, la cual terminó en la Universidad de Caldas. 

“Cuando niña, mientras veía desde el patio de mi casa, en Manizales, el volcán Nevado del Ruiz, pensaba que quería conocerlo y entender cómo funcionaba. Años después, cuando estudiaba publicidad, conocí a algunas personas que trabajaban en guianza en el Parque Nacional Natural Los Nevado y, gracias a ellas, subí al volcán por primera vez. Esa experiencia me marcó, me pareció fascinante”. 

Con esta última palabra, también califica el pregrado en geología, en el que se enamoró de tantos conceptos como le fue posible: desde los relacionados con paleontología y neotectónica, hasta petrografía y sismología. Ese encanto por el camino que eligió, la llevó de nuevo a la cima del Nevado del Ruiz en 2022; un momento que la inspiró a ver su vida con mucha perspectiva. Allí concluyó que fue esa niña que se sentaba tantas horas en el patio de su casa, con el único objetivo de admirar el volcán, la que la llevó a la cima.