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Craneo y garras del Eremotherium Larillardi
El Gran Intercambio Biótico Americano (GIBA) tuvo un profundo efecto en la evolución de los organismos terrestres en las Américas y los organismos marinos en el ámbito mundial. Este evento es ampliamente considerado como un gran experimento natural documentado por el registro fósil. Además de los efectos bióticos, la formación del istmo también afectó la circulación oceánica, los climas globales y posiblemente desencadenó la Edad de Hielo durante el Pleistoceno.
Entre los organismos suramericanos que se aventuraron en esta travesía están los armadillos, los gliptodontes, los chigüiros, los toxodontes, los hormigueros y por supuesto los perezosos gigantes. Por otra parte, entre los organismos norteamericanos que vinieron a Suramérica están los jaguares, los pumas, los tigrillos, los osos de anteojos, las llamas, los tapires; además de los extintos mastodontes y tigres dientes de sable.
Geográficamente el territorio colombiano ocupó un lugar privilegiado, pues era un paso obligatorio de todos estos viajeros; es por esto que el registro fósil de nuestro país ofrece un testimonio único de la historia y distribución de la vida en el planeta durante este periodo.