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Conceptos
Amenaza Volcánica:
Peligro latente de que un evento de origen volcánico se presente con una severidad suficiente para causar pérdida de vidas, lesiones u otros impactos en la salud, así como también daños y pérdidas en los bienes, la infraestructura, los medios de sustento, la prestación de servicios y los recursos ambientales (Adaptado de la Ley 1523 de 2012).
Erupciones Explosivas:
Son el tipo de actividad volcánica más potente que produce grandes cantidades de material fragmentario (generado por la expansión violenta de gases al interior del volcán) proveniente del magma y de las paredes del conducto volcánico (piroclastos) mezclados con vapor de agua y otros gases volcánicos, que son expulsados violentamente y a altas temperaturas a la atmósfera en forma de columnas eruptivas o transportados lateralmente sobre la superficie del volcán. Estas erupciones generan caídas de piroclastos, proyectiles balísticos (bombas y bloques), corrientes de densidad piroclástica (CDP).
Erupciones Efusivas:
Son erupciones en las que un magma, con bajo contenido de gases, asciende por el conducto volcánico y es emplazado sobre la superficie del volcán. Dependiendo de su composición, temperatura, velocidad de ascenso y tasa de emisión, estas lavas pueden emplazarse en forma de flujos de lava (que cubren la superficie formando lóbulos masivos o en bloques), en forma de domos de lava (magmas más fríos y cristalizados que se emplazan en el cráter, en sus alrededores o debajo de éste) o en forma de fuentes de lava, las cuales no son comunes en nuestro ambiente volcánico y son producto de magmas muy fluidos y calientes.
Caída de Piroclastos:
Los piroclastos de caída son partículas fragmentadas lanzados a la atmósfera en las erupciones explosivas; algunos, los más finos, son transportados por el viento; mientras que los más grandes son expulsados como proyectiles balísticos, con trayectorias aproximadamente parabólicas. Los piroclastos de caída, de acuerdo con su tamaño, se clasifican en: ceniza (menor de 2 mm); lapilli (2 a 64 mm); bloques y bombas volcánicas (mayor de 64 mm):
- Piroclastos Transportados por el Viento (ceniza y lapilli): las partículas tamaño ceniza y lapilli más fino son transportados por los vientos dominantes en diferentes direcciones y velocidades, de acuerdo con la altura que alcancen en la atmosfera, hasta zonas alejadas del volcán. Posteriormente, estos materiales son depositados por efecto de gravedad, formando capas que siguen la topografía preexistente y pueden cubrir áreas muy extensas; su espesor y tamaño de grano, normalmente disminuyen a medida que aumenta la distancia al volcán. Las caídas de piroclastos pueden causar: oscurecimiento del ambiente, infecciones e irritación en los ojos y vías respiratorias de personas y animales, intoxicaciones y alergias, cubrimiento y enterramiento de infraestructuras y viviendas, obstrucción de drenajes artificiales, colapso de techos y líneas de conducción eléctrica, corrosión de elementos metálicos, pérdida total o parcial de vegetación, cultivos y ganado, contaminación de fuentes y acumulaciones de agua, tormentas eléctricas y afectación al transporte aéreo y terrestre.
- Proyectiles Balísticos (Bloques y Bombas Volcánicas): los bloques y bombas volcánicas, llamados proyectiles balísticos, son los fragmentos de roca sólida mayores (diámetros desde 64 mm hasta de orden métrico) expulsados en una erupción explosiva, siguiendo trayectorias parabólicas, a velocidades de decenas a centenas de metros por segundo que, debido a su mayor peso, no pueden ser transportados por el viento. Los bloques y bombas volcánicas son fragmentos del magma (roca fundida, con altas temperaturas), expulsados durante una erupción explosiva y que se van enfriando a lo largo de su trayectoria, a través de la atmósfera, hasta caer a la superficie. Su distribución está restringida, por lo general, hasta una distancia alrededor de 5 km del foco de emisión. Los bloques y bombas pueden causar destrucción o incendio de techos, viviendas, construcciones e infraestructura, muerte o lesiones graves de seres vivos por impacto directo, además de incendios de la cobertura vegetal.
Corrientes de Densidad Piroclástica (CDPs):
Son mezclas turbulentas de piroclastos y gases calientes, con temperaturas de 100° a 800°C, que fluyen a grandes velocidades (de decenas a varios centenares de km/h) desde el centro de emisión por los flancos del volcán; pueden viajar distancias hasta de varias decenas de kilómetros y cubrir áreas hasta de miles de kilómetros cuadrados. Pueden ser generadas por varios procesos eruptivos: el colapso de columnas eruptivas, explosiones laterales, el colapso gravitacional o la destrucción explosiva de domos y de frentes de flujos de lava. De acuerdo a su contenido de gases y concentración de partículas sólidas, las CDPs pueden ser concentradas (flujos piroclásticos) y diluidas (oleadas piroclásticas).
Corrientes de Densidad Piroclástica Concentradas:
Las CDPs Concentradas tienen dos partes, un flujo basal de fragmentos que se mueve a lo largo de la superficie del suelo y una nube turbulenta de ceniza (nube acompañante) que se eleva por encima del flujo basal y posteriormente se deposita. Tienden a depositarse en los valles y bajos topográficos.
Corrientes de Densidad Piroclástica Diluidas:
Presentan un mayor contenido de gases, son más turbulentas, con una mayor distribución lateral, desplazándose a través de valles y colinas, con la capacidad también de superar barreras topográficas. Se pueden generar conjuntamente con las CDPs concentradas o independientemente de ellas. Las CDPs, cuando se mezclan en su trayecto con cuerpos de agua (ríos, lagos o represas), se pueden transformar directamente en lahares. Las CDPs destruirán todo a su paso y pueden causar: arrasamiento e incendio de los elementos expuestos en su trayectoria, cubrimiento y enterramiento del área expuesta, obstrucción de cauces, relleno de depresiones topográficas e interrupción de vías; muerte o graves lesiones a las personas y animales por quemaduras e inhalación de ceniza y gases calientes y tóxicos. La probabilidad de sobrevivir al impacto directo de una CDP es nula.
Domos de Lava:
Cuando lavas muy viscosas se acumulan en los centros de emisión, forman montículos escarpados o cúpulas conocidos como domos de lava, que al enfriarse pueden obstruir total o parcialmente el cráter. Estos pueden enfriarse y quedarse allí emplazados, otras veces pueden explotar o colapsar generando en algunas ocasiones CDPs, cuyo material fragmentado puede mezclarse con agua formando lahares.
Lahares:
Corresponde a una mezcla de fragmentos de roca, arena, limo, arcilla, biomasa (vegetación, troncos de árboles arrastrados) y agua que se desplazan por los cauces de las quebradas y ríos ubicados en las laderas y planicies que circundan los volcanes. Un lahar en movimiento se presenta como una masa de concreto húmedo que carga fragmentos que varían desde arcilla hasta bloques de más de 10 metros en diámetro. Los flujos de lodo van a variar dependiendo de la cantidad de material arrojado por el volcán y la cantidad de agua presente (reservorios internos del volcán, fuertes lluvias, deshielo de glaciares y ruptura de lagos volcánicos) y pueden ser flujos de escombros o flujos hiperconcentrados. Estos tipos de flujos se pueden generar durante (primarios) o después (secundarios) de las erupciones volcánicas. Este fenómeno puede causar: - Arrasamiento, cubrimiento y destrucción de bosques, cultivos, vías y construcciones existentes a lo largo de su trayectoria (como puentes, casas e infraestructura). - Enterramiento y aislamiento de grandes extensiones de terreno; - Represamiento de los ríos y quebradas, lo que pueden generar inundaciones en las zonas cercanas al volcán. Por su velocidad y energía, un lahar es un fenómeno muy peligroso y la probabilidad de sobrevivir a su impacto directo es mínima.
Avalanchas de Escombros:
Son grandes deslizamientos de roca del edificio volcánico que pueden suceder como resultado de la inestabilidad de sus laderas. Puede deberse al ascenso de material volcánico (magma: roca fundida en el interior del volcán), o a un fuerte sismo. Algunas veces estos deslizamientos están acompañados por actividad magmática que causa explosiones dirigidas (blast) en la misma dirección del deslizamiento. Las avalanchas de escombros son muy violentas, rápidas, móviles y arrasan con todo lo que encuentran en su trayectoria. Estos eventos son muy poco frecuentes en la vida de un volcán.
Ondas de Choque:
La descompresión súbita del sistema volcánico mediante explosiones volcánicas produce ondas de choque u ondas de sobrepresión en la atmosfera, que pueden viajar a través ésta, a velocidades mayores a la del sonido, siguiendo patrones de propagación aproximadamente esféricos, pero que pueden presentar variaciones causadas por barreras topográficas, percibiéndose antes de que los productos piroclásticos, que se puedan producir en la erupción, sean expulsados. Este fenómeno pueden ser percibido incluso a varios kilómetros del foco eruptivo, con grados de afectación directamente proporcionales a la distancia a la fuente, pudiendo ocasionar, en áreas más proximales, la muerte a personas y animales, la destrucción de estructuras de concreto, incluso reforzado; en zonas intermedias a distales, ruptura de vidrieras, que podrían provocar pánico y heridas a personas alcanzadas por estos fragmentos; daños en techos, puertas y ventanales y además, las personas y animales podrían ser derribadas o lanzadas al suelo.
Gases Volcánicos:
Antes, durante y después de una erupción los volcanes emiten cantidades importantes de gases, siendo en su mayoría vapor de agua, al cual se suman ciertas concentraciones de CO2 (dióxido de carbono), SO2 (dióxido de azufre) y H2S (sulfuro de hidrógeno) entre otros, los cuales se diluyen rápidamente en la atmósfera, de manera que no representan un peligro mayor para la salud humana, sin embargo, las concentraciones de CO2 y CO (gases sin olor) en depresiones topográficas pueden llegar a causar la muerte. Una exposición prolongada a gases volcánicos puede provocar: Irritación de los ojos y problemas respiratorios de personas y animales; destrucción de vegetación y cultivos. La mezcla de agua lluvia con estos gases pueden generar "lluvias ácidas", que pueden llegar a ser peligrosas en exposiciones prolongadas.
Sismos Asociados a Actividad Volcánica:
Los sismos generados por la actividad interna de un volcán generalmente son de magnitudes pequeñas; sin embargo, se pueden registrar sismos mayores, incluso hasta magnitud mayor de 5, que pueden ser sentidos por las personas alrededor del volcán. La afectación producida por sismos volcánicos depende de la magnitud, la profundidad del foco sísmico y la distancia al epicentro. Pueden ocasionar daños en la infraestructura, viviendas y líneas vitales y también movimientos en masa.
Índice de Explosividad Volcánica VEI (por sus siglas en inglés):
Es una escala que permite medir el tamaño o magnitud de erupciones volcánicas explosivas. Dicha escala varia de 0 a 8, donde el incremento en un número representa un aumento en la explosividad. El VEI se establece de acuerdo a características de la erupción, tales como el volumen del material emitido, la altura de la columna eruptiva, la duración y otros parámetros cualitativos del evento eruptivo.
Leyenda explicativa
La información contenida en este mapa es de carácter referencial, para ser usado como insumo en la gestión integral del riesgo asociada al volcán Azufral, que incluye procesos de conocimiento del riesgo, reducción del riesgo y manejo de desastres. Los límites de las áreas de amenaza volcánica son transicionales (líneas punteadas) y de ningún modo representan límites absolutos.
Generalidades del Volcán Azufral:
El volcán Azufral es un estrato volcán con cuatro generaciones de domos de lava, que alberga una laguna cratérica de aproximadamente 1,2 km de largo, con una superficie de 209 000 m2 dentro del Parque Natural Regional Volcán Azufral Chaitán. El volcán se localiza a 1°05’24" de latitud N, y a 77°43’19" de longitud W, con una altitud que va desde los 2700 hasta los 4070 msnm sobre la cordillera Occidental de Colombia en el departamento de Nariño y entre los municipios de Sapuyes, Mallama, Santacruz y Túquerres. El volcán se encuentra a una distancia aproximada de 11 km al W de la cabecera del Municipio de Túquerres, a 52 km al WSW de San Juan de Pasto y a 30 km al N de la frontera colombo-ecuatoriana.
Este volcán es altamente explosivo, y en él se han identificado seis unidades eruptivas conformadas por depósitos de composición ácida a muy ácida (dacítica a riodacítica) emitidos desde hace aproximadamente 4000 años Antes del Presente, predominantemente de Corrientes de Densidad Piroclástica -CDP- (flujos piroclásticos de pómez y ceniza, flujos piroclásticos de bloques y ceniza y oleadas piroclásticas), de domos de lava y de lahares.
Delimitación de Zonas de Amenaza:
Este mapa es la representación cartográfica de la evaluación de la amenaza, resultado de la integración del registro geológico del volcán, que permite conocer los diferentes eventos volcánicos y su posibilidad de ocurrencia, así como también el resultado de simulaciones computacionales, considerando como posible foco de emisión/erupción principal el área del complejo de domos del volcán Azufral; en caso de que ocurrieran focos de emisión fuera de esta zona, el mapa debe ser actualizado. El mapa incluye las zonas de amenaza para los fenómenos volcánicos para un escenario eruptivo máximo, de acuerdo a la metodología del SGC; sin embargo, se pueden presentar escenarios eruptivos menores. Los fenómenos se simularon utilizando las herramientas informáticas Tephra2 (Bonadonna et al., 2005) y TephraProb (Biass et al., 2016) para caídas piroclásticas de transporte eólico, Titan2D (Pitman et al., 2003 y Patra et al., 2005) para flujos piroclásticos - CDPs, Energy Cone (Sheridan y Malin, 1983) para oleadas piroclásticas, LaharZ_py (Iverson et al., 1998; Schilling, 2014) para lahares y Eject! 1.4 (Mastín, 2001) para proyectiles balísticos y HYDESim (Meyer, 2018) para ondas de choque.
Zona de amenaza alta
Corresponde a la zona que podría ser afectada por CDPs (oleadas piroclásticas y flujos piroclásticos de pómez y ceniza y de bloques y ceniza), caídas piroclásticas de ceniza y lapilli con espesores mayores a 10 cm, proyectiles balísticos de diámetros métricos a submétricos en un radio aproximado de 9 km respecto al foco eruptivo, domos de lava, ondas de choque, gases y sismos volcánicos. Las CDPs afectarían zonas proximales del edificio volcánico, junto con los cauces y valles de los ríos Verde, Sapuyes, Azufral, Guiza, Pacual y las quebradas Blanca, El Molino, La Cruz, El Baño, Puerán, La Palma, La Calera, El Tigre y Trinidad, afluentes de la Q. La Calera - río Guabo; quebradas Boquerón, El Carmelo, Los Molinos, La Alegría, Chaitán, El Chungel, La Pedrera, Ventanilla, El Carrizo, Dos Quebradas y Panamal, afluentes del río Sapuyes. Adicionalmente, el material piroclástico acumulado puede ser removilizado por el agua generando lahares. Esta zona comprende los municipios de Mallama (Piedrancha), Santacruz, Túquerres, Sapuyes, Guachucal y Cumbal, Santacruz (Guachavés), Túquerres, Sapuyes, Guachucal y Cumbal en el departamento de Nariño.
Corresponde a la zona que podría ser afectada por lahares, que descenderían por los ríos Pacual y Azufral al NNE alcanzando el río Guáitara y Patía y sectores rivereños de los municipios de Santacruz, Providencia, Samaniego, La Llanada, Los Andes (Sotomayor), Cumbitara, y Policarpa. Los lahares también podrían descender por afluentes del río Sapuyes al SSE llegando al río Guáitara y Patía, alcanzando sectores rivereños de los municipios de Guachucal, Sapuyes, Túquerres, Imués, Ospina, Iles, Funes, Guaitarilla, Yacuanquer, Consacá, Sandoná, Ancuya, Providencia, Linares, El Tambo, El Peñol, Policarpa, El Rosario, El Charco y Magüi. Por el río Blanco hacia el S, podrían originarse lahares llegando a la laguna de Cumbal, alcanzando sectores rurales de los municipios de Cumbal y Guachucal. Se requieren estudios adicionales y detallados del comportamiento de lahares al llegar a la laguna de Cumbal. Hacia el NW los lahares descenderían por los ríos Mulas, Miraflores y Guabo alcanzando los ríos Güiza y Mira y las cabeceras y áreas rurales de los municipios de Mallama y Ricaurte y poblaciones rurales de los municipios de Cumbal, Barbacoas y Tumaco.
Zona de amenaza media
Corresponde a la zona afectada principalmente por caída de piroclastos por transporte eólico con depósitos de ceniza y lapilli de espesor entre 1 y 10 cm que podrían afectar en Colombia al departamento de Nariño, en las poblaciones de los municipios de Mallama (Piedrancha), Santacruz (Guachavés), Túquerres, Providencia, Samaniego, Ancuya, Guaitarilla, Imués, Ospina, Sapuyes, Guachucal, Iles, Pupiales, Pupiales, Aldana, Cuaspud, Cumbal y Ricaurte; y en el Ecuador en la provincia del Carchi, en el Cantón de Tulcán, podría afectar poblaciones de las parroquias de Maldonado y El Chical.
Zona de amenaza baja
Corresponde a la zona afectada principalmente por caída de piroclastos por transporte eólico con depósitos de ceniza y lapilli de espesor entre 0,5 mm y 1 cm, que podrían afectar en Colombia al departamento de Nariño en los municipios y zonas rurales de Tumaco, Barbacoas, Roberto Payán, Ricaurte, Mallama, Santacruz, Túquerres, Providencia, Samaniego, La Llanada, Los Andes (Sotomayor), Ancuya, Linares, Cumbitara, Policarpa, el Peñol, Taminango, San Lorenzo, La Unión, San Pedro de Cartago (Cartago), Arboleda (Berruecos), San Bernardo, Albán (San José), El Tablón, Buesaco, Chachagüí, El Tambo, La Florida, Nariño, Sandoná, Consacá, Yacuanquer, Tangua, Pasto, Guaitarilla, Imués, Ospina, Iles, Contadero, Funes, Puerres, Córdoba, Potosí, Ipiales, Gualmatán, Pupiales, Aldana, Cuaspud (Carlosama), Cumbal y en el departamento del Putumayo, en los municipios y zonas rurales de Colón y Santiago; como también en el Ecuador, las provincias de Carchi, Imbabura y Esmeraldas.
Notas:
Para complementar la información de este mapa, se sugiere consultar en el sitio web institucional del Servicio Geológico Colombiano (SGC) su memoria explicativa.
Mapa de amenaza volcánica por caída de piroclastos transportados por acción de los vientos
Zonificación de amenaza para caída de piroclastos por transporte eólico: se visualiza en el mapa la afectación que se puede generar en un escenario con una columna eruptiva de hasta 20 km de altura sobre la cima del edificio volcánico, representando tanto la tendencia predominante de los vientos como las posibles variaciones en dirección de los vientos en los diferentes meses del año.
Zona de amenaza alta
E
s
ta zona representa un área con acumulaciones mayores a 10 cm para ceniza y lapilli, dispersándose en la dirección predominante de los vientos al oeste-noroeste (WNW) en una distancia aproximada de 17 km, afectando las áreas rurales de los municipios de Santacruz y Túquerres, Guachucal y Cumbal (principalmente en el área circundante al volcán Azufral, correspondiente al Parque Natural Regional Volcán Azufral - Chaitán), Sapuyes y Mallama-Piedrancha (incluyendo áreas de la Reserva Natural de Pueblo Viejo), en el departamento de Nariño.
Zona expuesta a caída de piroclastos con acumulaciones mayores a 10 cm, cubriendo todas las direcciones alrededor del foco de emisión (incluso aquellas no contempladas por las tendencias principales de los vientos), en un radio igual al máximo alcance de la depositación obtenido para esta zona de amenaza, lo cual podría afectar las cabeceras y áreas rurales de los municipios de Mallama (Piedrancha), Santa Cruz (Guachavés), Túquerres, Sapuyes y Guachucal, junto con áreas rurales de los municipios de Guaitarilla, Ospina, Pupiales, Aldana y Cumbal en el departamento de Nariño.
En esta zona puede ocurrir: muerte de personas y animales por asfixia, intoxicación o enterramiento, afectación grave o enterramiento de vegetación y cultivos, contaminación de fuentes y reservorios de agua, daños graves a aeronaves.
Zona de amenaza media
Esta zona representa un área con acumulaciones entre 1 a 10 cm para ceniza y lapilli, dispersándose en la dirección predominante de los vientos al oeste-noroeste (WNW) en una distancia aproximada de 66 km, afectando las cabeceras y áreas rurales de los municipios de Mallama (Piedrancha), Santacruz (Guachavés), Túquerres, Providencia, Samaniego, Ancuya, Guaitarilla, Imués, Ospina, Sapuyes, Guachucal, Iles, Pupiales, Aldana, Cuaspud, Cumbal y Ricaurte; y las poblaciones de Balalaika y Manchag (Santacruz); Yascual, Santander, Pinzón, Cuatro Esquinas, Albán y Los Arrayanes (Túquerres); Indo Santa Rosa (Ancuya); El Rosal (Guaitarilla); Santa Ana (Imués); San Isidro y Cunchila (Ospina); El Espino y Uribe (Sapuyes); Quetambúd, Colimba, Muellamues, La Victoria, Chillanquer, Arvela, San José de Chillanquer (Guachucal); San Isidro, San Francisco, Villa Nueva, Chambú, Palmar y Ospina Pérez (Ricaurte); Chucunes, El Arenal, San Miguel, El Arco y El Carmelo (Mallama).
Zona expuesta a caída de piroclastos con acumulaciones entre 1 cm a 10 cm, cubriendo todas las direcciones alrededor del foco de emisión (incluso aquellas no contempladas por las tendencias principales de los vientos), empleando un radio igual al máximo alcance de la depositación obtenido para esta zona de amenaza, lo cual podría afectar las cabeceras y áreas rurales de los municipios de Guaitarilla, Imués, Ospina, Iles, Pupiales, Aldana, Cumbal, Ricaurte, Los Andes (Sotomayor), La Llanada, El Peñol, El Tambo, Linares, Samaniego, Sandoná, Consacá, Yacuanquer, Contadero, Tangua, Funes, Puerres, Córdoba, Potosí, Ipiales, Cuaspud (Carlosama), Chachagüí (incluyendo el aeropuerto Antonio Nariño), Nariño, Pasto; junto con áreas rurales de los municipios de Santa Cruz, Túquerres, Guachucal, Barbacoas, Policarpa, Taminango, Buesaco en el departamento de Nariño, como también en áreas urbanas y rurales en Ecuador.
En esta zona pueden ocurrir: deformación o colapso de techos e incluso estructuras de baja resistencia, contaminación de fuentes y reservorios de agua, afectación a obras de infraestructura y líneas vitales, daño grave a vegetación y cultivos, efectos nocivos a la salud humana y animal (infecciones respiratorias y nasogástricas, alergias, irritaciones, intoxicaciones), afectación al transporte aéreo y terrestre.
Zona de amenaza baja
Esta zona representa un área con acumulaciones entre 0,5 mm a 1 cm para ceniza, dispersándose en la dirección predominante de los vientos al oeste-noroeste (WNW) a una distancia aproximada de 176 km, y podrían afectar a los municipios y zonas rurales de Tumaco, Barbacoas, Roberto Payán, Ricaurte, Mallama, Santacruz, Túquerres, Providencia, Samaniego, La Llanada, Los Andes (Sotomayor), Ancuya, Linares, Cumbitara, Policarpa, el Peñol, Taminango, San Lorenzo, La Unión, San Pedro de Cartago (Cartago), Arboleda (Berruecos), San Bernardo, Albán (San José), El Tablón, Buesaco, Chachagüí, El Tambo, La Florida, Nariño, Sandoná, Consacá, Yacuanquer, Tangua, Pasto, Guaitarilla, Imués, Ospina, Iles, Contadero, Funes, Puerres, Córdoba, Potosí, Ipiales, Gualmatán, Pupiales, Aldana, Cuaspud (Carlosama) y Cumbal en el departamento de Nariño; y en los municipios y zonas rurales de Colón y Santiago en el departamento del Putumayo en territorio Colombiano, y en las provincias del Carchi, Imbabura y Esmeraldas en el Ecuador.
Zona expuesta a caída de piroclastos con acumulaciones entre 0,5 mm a 1 cm, cubriendo todas las direcciones alrededor del foco de emisión (incluso aquellas no contempladas por las tendencias principales de los vientos), empleando un radio igual al máximo alcance de la depositación obtenido para esta zona de amenaza, lo cual podría afectar otras cabeceras y/o zonas rurales de los municipios de Magüi (Payán), El Charco, Santa Bárbara (Iscuandé), Leiva, El Rosario, Policarpa, Taminango, San Lorenzo, Buesaco, Barbacoas, Olaya Herrera (Bocas de Satinga), La Tola, Tumaco, Francisco Pizarro (Salahonda), Colón (Génova), Belén, La Cruz, San Pedro de Cartago, San Bernardo, Albán (San José), San Pablo, La Unión y El Tablón de Gómez, en el departamento de Nariño; junto con zonas rurales de los municipios de Los Andes, Mosquera, Funes, Puerres, Córdoba y Potosí, en el departamento de Nariño; cabeceras y áreas rurales de los municipios de Guapi, Argelia, La Sierra, Patía (El Bordo), Sucre, La Vega, Balboa, Mercaderes, Bolívar, San Sebastián, Florencia, Santa Rosa y Piamonte, en el departamento del Cauca; y en áreas rurales de los municipios de Timbiquí, El Tambo, Timbío, Sotará y Paletará, en el departamento del Cauca; áreas rurales del Municipio de San Agustín, en el departamento del Huila; cabeceras y áreas rurales de los municipios de Colón, Sibundoy, San Francisco, Mocoa, Santiago, Villagarzón, Puerto Guzmán, Puerto Caicedo, Orito, Puerto Asís, Valle del Guamuez (La Hormiga) y San Miguel (La Dorada), en el departamento del Putumayo en territorio Colombiano; como también en áreas urbanas y rurales en el Ecuador.
En esta zona pueden ocurrir: contaminación de fuentes y reservorios de agua, afectación a cultivos, a la salud humana y animal (infecciones respiratorias y nasogástricas, alergias, irritaciones) y restricciones para la aeronavegación.
Mapa de amen
aza volcánica por lahares
Zona de iniciación de Lahares: zona susceptible a una variedad de procesos, donde se generan, movilizan y depositan los materiales producto de CDPs, de explosión y colapso domos y flujos de lava, caídas piroclásticas, avalanchas de escombros, etc. y cuyo límite representa las áreas donde estos depósitos, al interactuar con el agua de precipitaciones, ríos, quebradas y lagunas, empiezan a removilizarse, propiciando la formación de lahares, posterior a posible ruptura de represamientos naturales.
Los lahares se zonifican para los principales cauces que nacen de la parte alta del volcán Azufral y a partir de las principales cuencas hidrográficas. Los volúmenes máximos esperados son: 338 millones de m3 en el río Güiza hacia el NW, de 117 millones de m3 en el río Pacual hacia el NE, de 245 millones de m3 por el río Sapuyes hacia el SSE y de 6 millones de m3 por el río Blanco hacia el S.
Los lahares que podrían originarse por el costado NW del volcán, descenderían por los cauces de los ríos Guabo, Miraflores y Mulas y la Q. El Carmen, continuando por el río Güiza, que aguas abajo recibe el nombre de río Mira, avanzando un poco más de 140 km, afectando a su paso las poblaciones de Piedrancha, el Carmelo, El Arco, San Miguel, San Isidro, Chucunes y El Arenal en Mallama, como también sectores rurales del Municipio de Cumbal, los poblados de San Francisco, Villanueva, Chambú, Palmar, Ospina Pérez en Ricaurte y algunas zonas rurales del cauce del río Güiza pertenecientes al Municipio de Barbacoas y el poblado de San Juan y aledaños sobre el cauce del río Mira en el Municipio de Tumaco. Los flujos que podrían originarse en las laderas NNE, descenderían por los ríos Azufral y Pacual continuando por el río Guáitara y posteriormente por el río Patía, avanzando alrededor de 142 km; afectando a su paso los poblados de Balalaika en Santacruz (Guachavés), Bonete y Guadruma en Providencia; Cartagena y el casco urbano del Municipio de Samaniego y sectores rurales de los municipios de La Llanada, Los Andes (Sotomayor), Cumbitara y aguas abajo por el río Patía en el poblado de La Vega en Policarpa. Los lahares al SSE también podrían descender por las quebradas El Pueblo, San Javier, San Juan, Boquerón, Dos Quebradas, Ventanilla, El Común, Chamundala, Chungel, Cuscungo, Chaitán y El Manzano afluentes y por el mismo río Sapuyes; afectando a su paso los poblados de Muellamues en Guachucal, Uribe en Sapuyes, zonas rurales del Municipio de Túquerres, el Porvenir en Iles, Pilcuán viejo y Pilcuán en Imués; y continuando su recorrido encañonado por el río Guáitara, alcanzando sectores rurales en los municipios de Ospina, Funes, Guaitarilla, Yacuanquer, Consacá, Sandoná, Ancuya, Providencia, Linares, El Tambo, El Peñol, hasta alcanzar aguas abajo en las planicies del río Patía a la población de La Vega en Policarpa, y también zonas rurales de los municipios de El Rosario, El Charco y Magüi, avanzando alrededor de 188 Km. Por el río Blanco hacia el S, podría originarse también flujos llegando a la laguna de Cumbal, los cuales requieren estudios adicionales y detallados, afectando áreas rurales de los municipios de Cumbal y Guachucal.
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