Hace 35 años la erupción del Volcán Nevado del Ruiz marcó a Colombia, pues además de provocar la avalancha que hiciera desaparecer el municipio de Armero, Tolima, le enseñó al país la importancia de investigar y monitorear los volcanes activos del territorio nacional.

Con este objetivo, el Gobierno Nacional asignó a Ingeominas, (hoy Servicio Geológico Colombiano), esta labor, que el 1 de abril de 1986 vería nacer su Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales (OVSM), hecho que se convirtió en un hito para la Entidad y la gestión del riesgo volcánico, pues hizo que el país entendiera la importancia que tiene la generación y apropiación del conocimiento geocientífico para mitigar el riesgo de las comunidades que viven en las zonas de influencia de un volcán.

Durante sus 34 años de existencia, el OVSM ha liderado la investigación volcánica en el país a través del mantenimiento y la operación de cientos de estaciones de monitoreo, así como del análisis continuo de la información obtenida, convirtiéndose en un referente en cuanto a la evaluación de la amenaza potencial de los volcanes en Colombia.

Pero esta labor no hubiese sido posible sin el apoyo de cientos de colaboradores, que con su vocación de servicio han realizado un trabajo de vigilancia ininterrumpida a través de la implementación de nuevas tecnologías y técnicas de estudio, mostrando la importancia de la gestión del riesgo, para que desastres como los que han ocurrido en nuestro territorio no se vuelvan a presentar. 

Por eso y mucho más queremos dar a todos nuestros científicos, que día a día de manera incansable desde hace 34 años llevan a cabo el monitoreo y vigilancia de todos los volcanes activos del segmento norte de la nación nuestras más sinceras felicitaciones, pues gracias a su esfuerzo y dedicación Colombia se ha convertido en un país mejor preparado y mucho más resiliente.

A ustedes Gracias​